La almohada parece un básico de cualquier cama, pero… ¿realmente es imprescindible? Dormir sin almohada puede tener ventajas para algunas personas y no ser tan recomendable para otras. La clave está en tu postura al dormir y en cómo tu cuerpo se adapta al descanso.
¿Para qué sirve la almohada?
La función principal de la almohada es mantener la columna y el cuello alineados durante la noche. Actúa como soporte para que la cabeza no quede ni demasiado alta ni demasiado baja, evitando tensiones en cervicales y espalda. Sin embargo, no todos dormimos igual, y ahí es donde entran las dudas: ¿necesitas almohada siempre?
Ventajas de dormir sin almohada (según tu postura)
Dormir sin almohada puede ser beneficioso, pero no en todos los casos:
- Si duermes boca abajo: no usar almohada reduce la torsión del cuello y la presión en la zona lumbar. De hecho, muchos especialistas lo recomiendan en esta postura.
- Si duermes boca arriba: puede ayudar a mantener la columna más estirada y facilitar la respiración en algunas personas.
- En casos de reflujo leve: algunos notan menos presión abdominal al prescindir de la almohada.
Riesgos de dormir sin almohada
No todo son ventajas. Dormir sin almohada también puede tener efectos negativos:
- En postura lateral: el cuello queda desalineado respecto a la columna, generando molestias o dolor cervical.
- Posible rigidez matutina: si tu cuerpo no está acostumbrado, es normal despertar con cierta incomodidad.
- Problemas respiratorios: en personas con apnea o congestión, no usar almohada puede empeorar la calidad del sueño.
Alternativas si no quieres usar almohada convencional
Si sientes que la almohada tradicional no es lo tuyo, existen opciones intermedias que pueden ayudarte:
- Almohadas finas o ergonómicas: ofrecen soporte sin forzar el cuello.
- Cojines cervicales: ideales para quienes buscan un apoyo suave y localizado.
- Colocar una toalla enrollada bajo el cuello o la zona lumbar para aliviar la presión.
Dormir sin almohada no es ni bueno ni malo de forma universal: todo depende de cómo duermes y qué necesita tu cuerpo. Si descansas boca abajo, puede ser incluso lo ideal; si lo haces de lado, mejor buscar una almohada adaptada a ti.
En Maxsofa creemos que el descanso es algo muy personal, y por eso te ayudamos a elegir tanto el colchón como la almohada que mejor se ajusten a tu forma de dormir.