Errores comunes al limpiar sofás de microfibra y cómo evitarlos

Los sofás de microfibra han ganado terreno en muchos hogares gracias a su tacto suave, su precio accesible y su resistencia al desgaste. Además, son una excelente opción para familias con niños o mascotas porque repelen bastante bien el polvo y las manchas. Pero, aunque parezca un material todoterreno, no todo vale a la hora de limpiarlo.

Saber cómo cuidar correctamente tu sofá de microfibra es clave para conservar su aspecto como nuevo durante años. Por eso hoy repasamos los errores más comunes al limpiarlo… y cómo evitarlos sin dramas.

Error 1: Usar demasiada agua

Uno de los errores más frecuentes (y más peligrosos) es empapar el sofá de agua pensando que eso ayudará a eliminar una mancha. El problema es que la microfibra no se lleva bien con el exceso de humedad: puede provocar marcas permanentes, mal olor e incluso moho si no se seca bien.

La clave está en la moderación. Usa siempre un paño ligeramente humedecido y asegúrate de secar bien la zona con un trapo seco o un secador con aire frío. Si ves que la tela tarda mucho en secarse, es que estás usando demasiada agua.

Error 2: Limpiar con productos no aptos

No todos los productos de limpieza sirven para microfibra. De hecho, usar limpiadores multiusos, lejía o amoniaco puede dañar irremediablemente el tejido. Estos productos agresivos tienden a eliminar el revestimiento protector de la tela o a dejar manchas aún más difíciles de quitar.

Lo ideal es usar productos específicos para microfibra o soluciones caseras suaves (como una mezcla de alcohol y agua). Si no estás seguro, haz siempre una prueba en una zona poco visible antes de lanzarte al sofá entero.

Error 3: Frotar con demasiada fuerza

Sí, las manchas molestan, pero frotar como si no hubiera un mañana solo estropea las fibras del tejido. Lo que comienza como un intento de limpieza puede terminar como un área desgastada o con aspecto apelmazado.

En lugar de frotar con energía, haz movimientos suaves y circulares con un paño de microfibra o un cepillo blando. La paciencia en este caso vale más que la fuerza bruta.

Error 4: No aspirar regularmente

Aunque parezca limpio, la microfibra tiende a acumular polvo y partículas entre sus fibras. No aspirarlo con frecuencia hace que las manchas se adhieran más y dificulta cualquier limpieza futura.

Pasa la aspiradora al menos una vez a la semana, usando un accesorio para tapicería. Así no solo mantendrás el sofá impecable, sino que alargarás su vida útil y evitarás malos olores.

Error 5: No leer la etiqueta del fabricante

Cada sofá tiene su propia historia… y su propia etiqueta. Muchos traen una guía rápida sobre cómo limpiarlo, incluyendo una letra que indica qué tipo de productos usar:

  • W: se puede limpiar con agua.
  • S: solo solventes (alcoholes, productos secos).
  • W/S: admite ambos.
  • X: solo aspirado.

Ignorar esta información puede llevarte a usar métodos no recomendados y terminar con un sofá que ya no se puede recuperar.

La microfibra es resistente, sí, pero también necesita cuidados específicos. Evita estos errores comunes y verás cómo tu sofá se mantiene suave, limpio y bonito durante mucho más tiempo. Y si necesitas ayuda para elegir productos o prefieres renovar el tuyo, en Maxsofa tenemos opciones que encajan contigo y con tu día a día.

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