Beneficios de las patas del sofá: ¿Por qué son importantes?

Las patas del sofá no son absolutamente indispensables, ya que este mueble se puede utilizar incluso sin ellas. No obstante, son muchos los beneficios de las patas del sofá: brindan más estabilidad, facilitan la limpieza y protegen al sofá contra daños.

De hecho, la apariencia de un sofá puede mejorarse mucho con unas patas bien elaboradas. Y como sabemos, cada sofá contemporáneo se adhiere a las mismas ideas de diseño fundamentales que se han refinado a lo largo del tiempo.

Por lo tanto, para ser cómodo y útil, un sofá debe cumplir una serie de requisitos. Sin embargo, ¿las patas de un sofá también juegan un papel en estos aspectos?

¿Cuáles son los beneficios de las patas del sofá?

En realidad, gran parte de los sofás modernos, tienen algún tipo de pata por razones muy específicas y ventajosas. Sin embargo, antiguamente, los sofás no se levantaban sobre patas. Originalmente se colocaban directamente sobre el suelo.

Con el paso del tiempo, las ventajas de usar patas para sostener los sofás se han vuelto muy evidentes. Hay varias razones de peso por las que los sofás deben tener un juego de patas robustas, y cada una de ellas, se suma a la facilidad de uso, la utilidad y la comodidad del sofá.

Veamos entonces, por qué es importante que los sofás tengan patas:

Las patas del sofá brindan estabilidad y distribuyen el peso

Las patas del sofá tienen como propósito fundamental garantizar la estabilidad y la distribución del peso. Es decir, las patas inferiores de un sofá distribuyen el peso combinado de los usuarios, así como, el peso del propio mueble en cuatro ubicaciones.

Esto asegura que el peso del sofá, y el de quien esté sentado en él, no se concentre en un solo lugar en el suelo. Lo anterior ayuda a mantener intacta la integridad estructural y la vida útil del sofá, al mismo tiempo que previene el desgaste del suelo.

Por lo tanto, el sofá siempre estará equilibrado y estable gracias a las patas en cada esquina. No sucede lo mismo con los sofás inestables y difíciles de usar con secciones irregulares.

Previenen daños al sofá

Otro beneficio de las patas del sofá es que son cruciales para defender la base del sofá contra el deterioro. Debido a que una mayor parte del sofá está en contacto con la superficie dura del suelo cuando se coloca directamente, es probable que sufra daños más rápidamente con el tiempo.

Este daño se puede evitar elevando el sofá sobre las patas, siendo estas las que se someten a dicho desgaste, y no así a toda la base estructural del sofá.

También previenen el daño al suelo

Además, colocar patas debajo de un sofá, ayuda a evitar daños en el suelo donde se coloca. El suelo se dañaría de forma similar a como lo haría la base de un sofá si se colocara directamente sobre el suelo.

Sin embargo, al incluir patas, el sofá solo está parcialmente en contacto con el suelo, lo que resulta en la menor cantidad de desgaste con el tiempo. Las patas del sofá se desgastan un poco con el tiempo, pero en comparación con un sofá sin patas, el daño es considerablemente menor. Es un aspecto a considerar, en particular, si tienes una sala de estar con suelos de madera o laminados.

Impiden que el sofá se deslice

Otro factor que hace que las patas del sofá sean cruciales para la estabilidad es el deslizamiento. Es decir, gracias a las alfombrillas antideslizantes que a menudo se instalan en las patas del sofá, el mueble se mantiene en su lugar.

No sucedería lo mismo con un sofá sin patas, el cual, se deslizaría sobre superficies que no esten alfombradas. Además de ser algo molesto, un sofá que se mueve cuando tratas de sentarte, representa un grave riesgo para la seguridad.

Brindan mayor facilidad de uso

Cuando nos sentamos en un sofá, es necesario agacharse porque estos muebles están hechos para sentarse. Por lo tanto, luego debemos ponernos de pie para levantarnos del sofá.

No mucha gente tiene esto en cuenta, pero los sofás serían mucho más cortos si no tuvieran patas. En consecuencia, sería mucho más difícil sentarse y pararse en un sofá sin patas, especialmente para las personas mayores o en personas con discapacidades.

Al agregar patas, los sofás se pueden elevar más de lo que podrían estar sin ellas. Todo esto sin que sea necesario fabricar sofás más grandes, lo que aumentaría su coste.

Facilitan la limpieza

Otro de los beneficios de las patas del sofá tiene que ver con la limpieza. Es decir, sin las patas del sofá, limpiar debajo y alrededor del sofá sería un verdadero dolor de cabeza. El sofá estaría en contacto permanente con el suelo, lo que dificultaría bastante la limpieza debajo del mismo.

Por el contrario, cuando las patas son lo suficientemente altas, puedes limpiar fácilmente debajo del sofá.

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